sábado, 5 de febrero de 2011
El alcoholismo
Es una enfermedad caracterizada por la dependencia y la pérdida de control sobre el consumo de alcohol. Tiene como consecuencias visibles perturbaciones en la salud física y mental, y en las relaciones interpersonales.
Es considerado una adicción. Está caracterizado por el abuso y la dependencia psicológica y física de la sustancia. El alcoholismo es un trastorno caracterizado por una búsqueda anormal, persistente y progresiva de alcohol que, con el tiempo, da por resultado la pérdida de control sobre el beber, la reducción del interés por otras actividades que no están vinculadas con el beber, y el desarrollo de tolerancia y dependencia física.
Hijos de padres alcohólicos:
• Tratan de ocultar el problema de sus progenitores por la imagen de la familia.
• Con frecuencia ocultan sus sentimientos.
• Se vuelven más desconfiados con respecto a los demás.
• Actúan como padres de sus propios padres.
• Se vuelven altamente perfeccionistas.
• Tratan de complacer a los demás para sentirse aceptados.
• Necesitan llamar la atención.
El riesgo de tener problemas con el alcohol es tres veces mayor que en los demás hijos.
Tienen mayor tendencia a desarrollar otras conductas adictivas que los demás hijos.
En ellos el síndrome del niño hiperactivo es mucho más frecuente que en los hijos de padres no alcohólicos. Hiperactividad, impulsividad y dificultades en la atención y concentración.
El alcoholismo en la mujer:
Como el organismo en la mujer tiene mayor porcentaje de grasa que de agua, el alcohol se concentra más y lo efectos son más fuertes que en los hombres.
El 40% de las mujeres alcohólicas combina el alcohol con el abuso de tranquilizantes o anfetaminas. Entre las mujeres alcohólicas es más alta la incidencia de suicidios.
Alcohol y embarazo:
El beber durante el embarazo puede causar en el feto una serie de trastornos denominados síndrome alcohólico fetal (SAF).
El alcohol que ingiere la embarazada atraviesa la barrera placentaria y llega hasta el feto, produciéndole una intoxicación que puede dejar secuelas.
Alcohol y adolescencia:
Adolescencia: período con profundos cambios psicológicos, físicos y sociales.
Se comienza a tomar alcohol socialmente, pudiendo generarse una adicción.
El consumo de alcohol es un riesgo para los jóvenes poque:
• Efectos influyen en procesos de cambios físicos y psicológicos, con graves consecuencias.
• Aumenta la tendencia a la exposición a situaciones peligrosas.
• Aumenta el número de accidentes fatales.
• Los adolescentes tienen menor tolerancia que los adultos a los efectos del alcohol.
• Se vuelven adictos con mayor facilidad que los adultos.
Las causas del consumo se deben en gran parte a la influencia familiar, a la de su grupo de amigos y a la de los medios de comunicación.
El alcohol, además de ser una droga, abre las puertas al consumo de otras.
Alcohol y trabajo:
Tanto para la empresa como para el mismo trabajador, el consumo de alcohol puede producir serios inconvenientes. En nuestro país, más del 50% de las personas con problemas de alcoholismo, son trabajadores asalariados. Se duplican los accidentes de trabajo.
Faltan al trabajo dos veces y media más que los que no son alcohólicos.
El alcoholismo no respeta jerarquías.
Alcohol y tránsito:
Si bebe, no maneje. Si maneja, no beba. Es mejor un amigo enojado que un amigo muerto.
El 60% de los accidentes fatales de tránsito se debe a que por lo menos uno de los involucrados
ha consumido alcohol.
Al consumir alcohol, la reacción de todas las funciones que dependen del sistema nervioso
central se hace más lenta. Empeora el juicio y el razonamiento, se altera la coordinación de movimientos reflejos, disminuye la agudeza visual (visión en túnel) y luego aparece la diplopía (visión doble).
El primer paso para solucionar un problema, es reconocer que existe.
De "Beber o no beber, esa es la cuestión", de Cormillot y Lombardini.
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