COUNSELOR PABLO LICHTIN
viernes, 27 de abril de 2012
La risa como proceso
“Cada vez que una persona ríe de verdad, añade 2 días de vida a su existencia”. CURZIO MALAPARTE
Un taller teórico-lúdico-vivencial, para desarrollar el sentido del humor, herramienta que ayuda a enfrentar la vida desde perspectivas más creativas, con menos limitaciones, sufrir menos tensiones, envejecer más tarde, mejorar las relaciones sociales, desarrollar sólidos lazos de amistad y encontrarle más sabor a la vida.
Contenido del taller:
Porqué reimos?
Diferencia entre reir y sonreir.
Actitud y comunicación.
Las vocales de la risa.
Qué es la risoterapia?
Fisiología de la risa.
Juegos y dinámicas de la risa.
La música y la risa.
Tarea para el hogar.
El botiquín de la risa.
Reflexión grupal.
pabloteatro@hotmail.com 15-4082-9324
Escucha Radio Activa
Un programa de ayuda,
dedicado a la promoción de todas las disciplinas
que faciliten en la persona,
el cambio, desarrollo y despliegue.
Una mirada holística hacia el bienestar.
Profesionales, música, humor,
los temas que te interesan,
y el protagonismo absoluto del oyente.
ESCUCHA RADIO ACTIVA
Un programa de persona a persona.
domingo, 17 de julio de 2011
Cuando me amé de verdad...
Comprendí que en cualquier circunstancia
Yo estaba en el lugar correcto…
En la hora correcta…
En el momento exacto… Entonces me relajé.
Hoy sé que eso tiene nombre: AUTOESTIMA
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Me di cuenta de que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades.
Hoy sé que eso es: AUTENTICIDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de desear que mi vida fuese distinta
y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento.
Hoy a eso le llamo: MADUREZ
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Comencé a entender cómo es ofensivo forzar
alguna situación o a alguien para realizar mis deseos
aún sabiendo que no es el momento
o que la persona no está preparada, inclusive yo misma
Hoy sé que el nombre de esto es: RESPETO
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable:
personas, tareas, todo y cualquier cosa que me desanimara.
En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa
actitud de egoísmo.
Hoy sé que se llama: AMOR PROPIO
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de temerle a mi tiempo libre
y de hacer grandes planes. Abandoné proyectos a muy largo plazo.
Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero
y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es: SIMPLICIDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Desistí de querer tener siempre la razón
y con eso cometí menos errores.
Hoy descubrí la... HUMILDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre.
Hoy vivo un día a la vez Eso es: PLENITUD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme.
Pero, cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso es: SABER VIVIR
Kim y Alison McMillen
Colaboración de Clor. Luis Vagellas
Yo estaba en el lugar correcto…
En la hora correcta…
En el momento exacto… Entonces me relajé.
Hoy sé que eso tiene nombre: AUTOESTIMA
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Me di cuenta de que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades.
Hoy sé que eso es: AUTENTICIDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de desear que mi vida fuese distinta
y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento.
Hoy a eso le llamo: MADUREZ
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Comencé a entender cómo es ofensivo forzar
alguna situación o a alguien para realizar mis deseos
aún sabiendo que no es el momento
o que la persona no está preparada, inclusive yo misma
Hoy sé que el nombre de esto es: RESPETO
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable:
personas, tareas, todo y cualquier cosa que me desanimara.
En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa
actitud de egoísmo.
Hoy sé que se llama: AMOR PROPIO
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de temerle a mi tiempo libre
y de hacer grandes planes. Abandoné proyectos a muy largo plazo.
Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero
y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es: SIMPLICIDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Desistí de querer tener siempre la razón
y con eso cometí menos errores.
Hoy descubrí la... HUMILDAD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre.
Hoy vivo un día a la vez Eso es: PLENITUD
• CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme.
Pero, cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada.
Todo eso es: SABER VIVIR
Kim y Alison McMillen
Colaboración de Clor. Luis Vagellas
martes, 7 de junio de 2011
El corcho mágico
El Supervisor visitó una escuela primaria.
En su recorrida observó algo que le llamó la atención: una maestra estaba atrincherada atrás de su escritorio, los alumnos hacían un gran desorden; el cuadro era caótico.
Decidió presentarse: "Permiso, soy el Supervisor... ¿Algún problema?"
"Estoy abrumada señor, no sé qué hacer con estos chicos...
No tengo láminas, no tengo libros, el ministerio no me manda material didáctico, no tengo recursos electrónicos, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles..."
El inspector que era un "Docente de Alma", vio un corcho en el desordenado escritorio, lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos:
Qué es esto? “Un corcho señor", gritaron los alumnos sorprendidos.
"Bien, de dónde sale el corcho?".
"De la botella señor. Lo coloca una máquina..., del alcornoque... de un árbol... de la madera...", respondían animosos los niños.
"Y qué se puede hacer con madera?", continuaba entusiasta el docente.
"Sillas...", "una mesa...", "un barco!".
Bien, tenemos un barco.
Quién lo dibuja? Quién hace un mapa en el pizarrón y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito?
Escriban a qué provincia argentina pertenece.
Y cuál es el otro puerto más cercano?
A qué país corresponde? Qué poeta conocen que allí nació? Qué produce esta región? Alguien recuerda una canción de este lugar?
Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.
La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:
"Señor nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias."
Pasó el tiempo. El inspector volvió a la escuela y buscó a la maestra.
Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden...
"Señorita... ¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?”
“Sí señor, cómo olvidarme!
Qué suerte que regresó.
No encuentro el corcho.
Dónde lo dejó?".
Enrique Mariscal
En su recorrida observó algo que le llamó la atención: una maestra estaba atrincherada atrás de su escritorio, los alumnos hacían un gran desorden; el cuadro era caótico.
Decidió presentarse: "Permiso, soy el Supervisor... ¿Algún problema?"
"Estoy abrumada señor, no sé qué hacer con estos chicos...
No tengo láminas, no tengo libros, el ministerio no me manda material didáctico, no tengo recursos electrónicos, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles..."
El inspector que era un "Docente de Alma", vio un corcho en el desordenado escritorio, lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos:
Qué es esto? “Un corcho señor", gritaron los alumnos sorprendidos.
"Bien, de dónde sale el corcho?".
"De la botella señor. Lo coloca una máquina..., del alcornoque... de un árbol... de la madera...", respondían animosos los niños.
"Y qué se puede hacer con madera?", continuaba entusiasta el docente.
"Sillas...", "una mesa...", "un barco!".
Bien, tenemos un barco.
Quién lo dibuja? Quién hace un mapa en el pizarrón y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito?
Escriban a qué provincia argentina pertenece.
Y cuál es el otro puerto más cercano?
A qué país corresponde? Qué poeta conocen que allí nació? Qué produce esta región? Alguien recuerda una canción de este lugar?
Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.
La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:
"Señor nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias."
Pasó el tiempo. El inspector volvió a la escuela y buscó a la maestra.
Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden...
"Señorita... ¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?”
“Sí señor, cómo olvidarme!
Qué suerte que regresó.
No encuentro el corcho.
Dónde lo dejó?".
Enrique Mariscal
domingo, 29 de mayo de 2011
Buena gente
En el medio de las piedras puede aparecer
una espiga nueva, y te alimenta.
Y un hilito de agua fresca del amanecer
puede componer tu fe sedienta.
Una luz amiga siempre, siempre brillará,
en el medio de esta cruel oscuridad.
Buena gente que se anima,
a enfrentar con una flor miles de espinas.
Buena gente en cada esquina,
mucho más de lo que creen,
los que quieren verte en ruinas.
Buena gente que se arrima
al que llora, al que tropieza y se lastima.
Buena gente que camina
a su modo y a su suerte,
hacia el frente de la vida.
Buena gente…
En el medio del naufragio puede aparecer
flotando una tabla salvadora.
Como apareció esa mano que me diste ayer.
Como yo te doy mi mano ahora.
Una voz amiga, siempre, siempre escucharás,
que te alienta, que te ayuda a no aflojar.
Buena gente que se anima,
a enfrentar con una flor miles de espinas.
Buena gente en cada esquina.
Mucha más de lo que creen
los que quieren verte en ruinas.
Buena gente que se arrima
al que llora, al que tropieza y se lastima.
Buena gente que camina
a su modo y a su suerte
hacia el frente de la vida.
Buena gente…
Ignacio Copani
una espiga nueva, y te alimenta.
Y un hilito de agua fresca del amanecer
puede componer tu fe sedienta.
Una luz amiga siempre, siempre brillará,
en el medio de esta cruel oscuridad.
Buena gente que se anima,
a enfrentar con una flor miles de espinas.
Buena gente en cada esquina,
mucho más de lo que creen,
los que quieren verte en ruinas.
Buena gente que se arrima
al que llora, al que tropieza y se lastima.
Buena gente que camina
a su modo y a su suerte,
hacia el frente de la vida.
Buena gente…
En el medio del naufragio puede aparecer
flotando una tabla salvadora.
Como apareció esa mano que me diste ayer.
Como yo te doy mi mano ahora.
Una voz amiga, siempre, siempre escucharás,
que te alienta, que te ayuda a no aflojar.
Buena gente que se anima,
a enfrentar con una flor miles de espinas.
Buena gente en cada esquina.
Mucha más de lo que creen
los que quieren verte en ruinas.
Buena gente que se arrima
al que llora, al que tropieza y se lastima.
Buena gente que camina
a su modo y a su suerte
hacia el frente de la vida.
Buena gente…
Ignacio Copani
sábado, 28 de mayo de 2011
La invitación de Oriah, anciano indio
No me interesa lo que haces para ganarte la vida.
Quiero saber cuál es tu dolor, y si te atreves a soñar que te permites encontrar lo que tu corazón añora.
No me interesa cuantos años tienes.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has encogido y cerrado por el temor a sentir más dolor!
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, mío o tuyo, sin moverte para esconderlo o para resolverlo.
Quiero saber si puedes estar con el gozo, tuyo o mío; si puedes danzar, salvajemente y dejar que el Éxtasis te llene hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies, sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.
No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas.
Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona para ser auténtico contigo mismo; si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.
Quiero saber si puedes sentir la belleza aún cuando no todos los días son bellos, y si puedes encontrar la fuente de tu vida en SU presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, tuyo o mío, y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago y gritar "SI!" al plateado de la luna llena.
No me interesa saber donde vives ni cuanto dinero tienes.
Quiero saber si puedes ponerte de pie, después de una noche de dolor y desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos, y hacer lo que hay que hacer por los niños.
No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí.
Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.
No me interesa donde has estudiado, ni que has estudiado, ni con quién lo has hecho.
Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás falla.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si te agrada verdaderamente la compañía que buscas en los momentos vacíos.
Oriah. Soñador de la montaña. Anciano Indio.
Gentileza de Clr. Graciela Padula
Quiero saber cuál es tu dolor, y si te atreves a soñar que te permites encontrar lo que tu corazón añora.
No me interesa cuantos años tienes.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has encogido y cerrado por el temor a sentir más dolor!
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, mío o tuyo, sin moverte para esconderlo o para resolverlo.
Quiero saber si puedes estar con el gozo, tuyo o mío; si puedes danzar, salvajemente y dejar que el Éxtasis te llene hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies, sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.
No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas.
Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona para ser auténtico contigo mismo; si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.
Quiero saber si puedes sentir la belleza aún cuando no todos los días son bellos, y si puedes encontrar la fuente de tu vida en SU presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, tuyo o mío, y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago y gritar "SI!" al plateado de la luna llena.
No me interesa saber donde vives ni cuanto dinero tienes.
Quiero saber si puedes ponerte de pie, después de una noche de dolor y desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos, y hacer lo que hay que hacer por los niños.
No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí.
Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.
No me interesa donde has estudiado, ni que has estudiado, ni con quién lo has hecho.
Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás falla.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si te agrada verdaderamente la compañía que buscas en los momentos vacíos.
Oriah. Soñador de la montaña. Anciano Indio.
Gentileza de Clr. Graciela Padula
domingo, 15 de mayo de 2011
La difícil facilidad del verbo oir
Uno de los mayores problemas de la comunicación, tanto la de masas como la interpersonal, es cómo el receptor (o sea el otro), oye lo que el emisor (o sea una, la persona), ha hablado.
Son pocas las personas que procuran oir exactamente lo que la otra está diciendo.
Observamos que, en general:
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que el otro no está diciendo.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que quiere oir.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que ya escuchó antes, y coloca lo que el otro está hablando en aquello que se acostumbró a oir.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que imagina que el otro iba a hablar.
* En una discusión, en general, los discutidores no oyen lo que el otro está hablando. Oyen apenas lo que están pensando para decirlo enseguida.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que le gustaría oir que el otro dijese.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye apenas lo que está sintiendo.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye lo que ya pensaba respecto de aquello que la otra está hablando.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Retira del habla de la otra, apenas las partes que tengan que ver con ella y la emocionen, agraden o molesten.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Oye lo que confirma o rechace su propio pensamiento. Vale decir, transforma lo que el otro está hablando en objeto de concordancia o discordancia.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Oye lo que pueda adaptarse al impulso de amor, rabia u odio que ya sentía por la otra.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye del habla de ella apenas aquellos puntos que puedan tener sentido para las ideas y puntos de vista que en el momento la estén influenciando o tocando más directamente.
Monólogos simultáneos canjeados a guisa de conversación...
Monólogos paralelos a guisa de diálogo...
Hasta puede haber diálogo, sin que necesariamente exista comunicación.
Qué raro y difícil es comunicarse!
Oir implica una entrega al otro. Es un gran desafío. Oir es proeza, es rareza. Oir es un acto de sabiduría.
Artur Da Tavola
Son pocas las personas que procuran oir exactamente lo que la otra está diciendo.
Observamos que, en general:
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que el otro no está diciendo.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que quiere oir.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que ya escuchó antes, y coloca lo que el otro está hablando en aquello que se acostumbró a oir.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que imagina que el otro iba a hablar.
* En una discusión, en general, los discutidores no oyen lo que el otro está hablando. Oyen apenas lo que están pensando para decirlo enseguida.
* El receptor no oye lo que el otro habla. Oye lo que le gustaría oir que el otro dijese.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye apenas lo que está sintiendo.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye lo que ya pensaba respecto de aquello que la otra está hablando.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Retira del habla de la otra, apenas las partes que tengan que ver con ella y la emocionen, agraden o molesten.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Oye lo que confirma o rechace su propio pensamiento. Vale decir, transforma lo que el otro está hablando en objeto de concordancia o discordancia.
* Una persona no oye lo que la otra está hablando. Oye lo que pueda adaptarse al impulso de amor, rabia u odio que ya sentía por la otra.
* Una persona no oye lo que la otra habla. Oye del habla de ella apenas aquellos puntos que puedan tener sentido para las ideas y puntos de vista que en el momento la estén influenciando o tocando más directamente.
Monólogos simultáneos canjeados a guisa de conversación...
Monólogos paralelos a guisa de diálogo...
Hasta puede haber diálogo, sin que necesariamente exista comunicación.
Qué raro y difícil es comunicarse!
Oir implica una entrega al otro. Es un gran desafío. Oir es proeza, es rareza. Oir es un acto de sabiduría.
Artur Da Tavola
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